domingo, 6 de septiembre de 2009

“Amor no es literatura si no se puede escribir en la piel...”

Con estas palabras, desde la canción “Mírame y no me toques”, los catalanes Joan Barril y Joan Manuel Serrat, me dan pie para hablar de uno de los libros de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, un hombre que tenía en su intenso corazón el cielo de la poesía. Ese hombre se volvió mito, nos fue poblando la vida de palabras irremplazables, de frases universales para hablar de amor. Ese hombre nos hizo el regalo de ser el mítico y paradigmático Pablo Neruda.
¿Quién no conoce el verso inicial del “Poema nº 20”, de aquellos “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, que publicara a sus 20 años?... ¿El de “Puedo escribir los versos más tristes esta noche...”, repetido y multiplicado en citas, pósters, señaladores, y vidrieras públicas y tristezas de amor privadas?.


Pero no es ése el libro que más me conmovió de Pablo (permítanme el descaro de llamarlo simplemente Pablo, ya que tantos años lleva haciéndome compañía y mirándome, junto a otros amigos, desde el horizonte del mundo de mi modesta poesía).
El libro que creo que, más que ninguno de los que he leído, es poesía escrita en y con la piel, en y con la sangre, en y con los cojones, el libro que habla del amor de la carne y de la vida, es “Los versos del capitán”.
¿Por qué este libro?. Primero porque se trata de un libro tan intenso, que fue un hijo no reconocido de Neruda, publicado anónimamente para no herir con su tremenda confesión amorosa a quien por entonces era su esposa, Delia del Carril. Ese solo detalle ya lo hace único.
Este libro es la declaración de amor de Neruda por Matilde Urrutia, la mujer que lo acompañará después hasta el fin de su camino y que descansa con él en su casa de Isla Negra.
Pero la principal motivación que tengo para hablarles de este libro no puede ser explicada. Es simplemente la poesía; es la palabra tremenda, avasallante, desconsiderada, brutal, que lleva por delante cualquier duda; que extiende la expresión para llevarla de la letra a la sangre, de la ilusión a la piel dolorida de deseo y satisfacción; que más que contarnos, nos muestra la vida que merece ser vivida, y que además vale la pena que sea de a dos...


Debo advertirles que no es poesía delicada, no, para nada... es una poesía de batalla, que muerde, que lastima, que besa hasta el ahogo, es una poesía de humanidad extrema, que nos habla de lo que podemos ser. Así que... mucho cuidado, leerla tiene una contraindicación: puede mostrarnos sin matices ni disimulo, que nos hemos perdido algo en el camino por el que vamos... así que no es una poesía para cobardes, ni para cómodos.


Saben... hay algo muy lindo que puede pasar con los libros de Neruda... que te recuerden a alguien, que esas palabras te traigan a alguien de tu vida... les aseguro que es muy lindo.
A veces me pregunto cómo hacer para intentar escribir un poema de amor después de Pablo Neruda... y no se me ocurre la respuesta.

1 comentario:

  1. No en vano... "en algo nos parecemos" Absolutamente (para mí) el mejor libro de Pablo es ese hijo no reconocido, donde tal vez por no haberlo pensado como un capítulo de su vida para editar, surgió el Pablo de sí mismo y de su amor intenso, más que el "Pablo de todos"... cuando releo esos poemas, vuelvo a la pasión de los sonidos en la isla, al viento corriendo como fuego por las venas mientras el aire circula como hielo en el deseo, que no logra apagar el sentir, que se rebela y se agobia, agobiando al lector al tiempo que le da un tremendo placer.... una lectura imperdible, sin dudas, para quienes (como nosotros) aman la poesía....

    Mi querido amigo... caminante de palabras y música.... tampoco se puede escribir en la piel del alma si no se tiene afinada la percepción del espíritu, tan indómito como ese viento, tan combustible al aire casi caótico pero tan puro y diáfano, que implica la poesia como medio de navegación de tantos, por mundos mágicos y no tan mágicos, que se convierten en tierra para andar... aunque vayamos por el cielo o el subsuelo.

    Gracias por darme la oportunidad de leer con vos!!!

    Abrazos, siempre tuyos.

    Adriana Arce

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